viernes, 24 de noviembre de 2017

¡Por favor, doctor, haga algo!



México está “enfermo” a causa de un sistema de salud pública que no destina los recursos ni brinda la atención que los ciudadanos merecen, encabezando así deshonrosas listas a nivel mundial. 

El sistema público de salud está enfermo. Tiene padecimientos graves. Y su situación empeora de acuerdo con más reciente diagnóstico presentado por la OCDE Health at Glance 2017. Las personas que requieren servicios de salud no reciben la atención adecuada. Los recursos públicos no sirven para mejorar la salud.

Este diagnóstico no es “bullying” hacia las instituciones. Es una llamada de atención que llega desde la OCDE. Una organización seria, creíble y formada por los gobiernos de los países desarrollados muestra la gravedad del problema. Más vale que las autoridades escuchen y la ciudadanía exija.
Las personas que padecen estas realidades sufren aún más que lo que muestran las estadísticas. Su dolor debe ser atendido. A nivel directo en los servicios de salud. Y sobre todo en el nivel de las autoridades responsables del sistema de salud. En resumen, los padecimientos del sistema de salud mexicano son:
  • Congénito. Desde su origen es un sistema fragmentado que genera diferencia de trato y discriminación según el contrato laboral de cada persona.
  • Crónico. La atención para la población de menores ingresos, en zonas rurales y pueblos indígenas es de menor calidad y menos asequible. El sistema de salud genera diferencia de trato en detrimento de quienes tienen menores recursos.
  • Circulatorio y digestivo. Los recursos crecientes asignados a los gobiernos estatales entre 2003 y 2010 multiplicaron casi por 10 el presupuesto para atender a población sin seguridad social, pero no “circularon” bien. No llegaron a su destino final. Y no se “digirieron” bien. Se desviaron en corrupción y en malas inversiones. Se priorizó el enfoque médico, hospitalario y sobre todo las obras de “de relumbrón”. Se descuidó el primer nivel de atención: las consultas generales y la prevención.
  • Inmunológico. Los mecanismos de defensa están debilitados. La contraloría social “Aval Ciudadano” no tiene injerencia en las decisiones. La estadística del sistema no es usada en la toma de decisiones para mejorar la atención. Los observatorios de la sociedad civil muestran la gravedad y no generan reacción oportuna (por ejemplo, el Observatorio de Mortalidad Materna).
  • Falla del tratamiento recetado. El Sistema de Protección Social en Salud (“Seguro Popular”) creado para garantizar atención en salud a la población sin derechohabiencia en la seguridad social no resolvió el problema de acceso, gasto o atención. Según los nuevos datos la situación empeora.
Los datos que ofrece el más reciente informe de la OCDE sobre la salud son motivo de alarma.  Urge su atención. Hay negligencia de las autoridades del sector salud al no actuar para revertir la tendencia y atender las señales más graves del deterioro. Es responsabilidad de la Secretaría de Salud actuar –aunque sea finales de sexenio y el secretario tenga pretensiones de asumir la candidatura.
La enfermedad del sistema público de salud, a cargo de la Secretaría de Salud, es literalmente de vida o muerte. Genera dolor y sufrimiento real. Estas son las señales de alerta Doctor, actúe por favor:
1. México: Primer lugar en sobrepeso y obesidad
México tiene casi el doble de obesidad del promedio de la OCDE. Lo cual genera graves riesgos de enfermedades crónico-degenerativas como la hipertensión y la diabetes. Ligeramente superior a Estados Unidos donde el padecimiento es muy grave.
2. México: primer lugar en casos de diabetes
En México hay el doble de casos de diabetes que el promedio de la OCDE. Lo cual genera graves problemas para las personas que la padecen: deterioro físico, posible ceguera y amputaciones. Así como para el sistema de salud por el costo creciente de su atención, especialmente en la fase de deterioro.
El Observatorio Mexicano de Enfermedades NO Transmisibles muestra que menos de la mitad (47.2%) de los poco más de un millón de pacientes con diabetes reciben la mínima atención de control de su padecimiento. Y los que sí reciben, menos de la mitad (41%) se encuentran en situación adecuada para el manejo de su padecimiento. Es decir, se van a deteriorar por falta de atención y cuidado.
3. México: Primer lugar en muertes de pacientes hospitalizados por infarto que mueren 30 días después.
La tasa de mortalidad de pacientes que fueron hospitalizados por un infarto cardíaco de México es la más alta de la OCDE. Sin cambio significativo entre 2010 y 2015. Esta es una de las señales más claras del deterioro de la atención en los servicios públicos de salud. Aún con la atención hospitalaria un porcentaje significativo de los pacientes mueren en los 30 días posteriores a la hospitalización.
4. México no tiene datos confiables de atención
El informe de la OCDE no presenta datos para México de varios indicadores críticos para mostrar el desempeño y la calidad de los servicios públicos de salud para el tratamiento de estos graves problemas. Por ejemplo, en el informe de OCDE no hay datos para México sobre:
  • Consultas no solicitadas por falta de recursos
  • Medicamentos no adquiridos por falta de recursos
  • Tiempo de espera para operación de cataratas, o de rodilla o de cadera
  • Médicos tomando tiempo suficiente para pacientes en consulta
  • Médicos ofreciendo explicaciones fáciles de entender
  • Médicos involucrando a pacientes en la toma de decisiones
  • Volumen de antibióticos recetado
5. México mantiene un alto gasto privado y de bolsillo (el 2º de la OCDE)
El gasto privado y “voluntario” en México es el 2º más alto de los países de la OCDE, solo superado por Estados Unidos. En el gasto total es el más bajo por persona de la OCDE, sólo superior a 4 países que no son integrantes formales de esta organización, donde también el gasto privado es superior al público.

Conclusión
México requiere una reforma urgente del sistema público de salud:
  • Un sistema integrado, de cobertura universal (para todas las personas).
  • Un sistema que garantice la aplicación efectiva de los recursos a la atención, sin desviación y sin corrupción en compra de insumos.
  • Un sistema que priorice la atención preventiva y la atención oportuna, en especial de las enfermedades crónico-degenerativas y el cáncer.
  • Un sistema que ofrezca garantías de desarrollo infantil temprano a todas las niñas y niños menores de 2 años.
  • Un sistema que garantice servicios de salud sexual y reproductiva a las mujeres en edad fértil y prevenga embarazo adolescente y no deseado.
 Fuente.Acción Ciudadana Frente a la Pobreza

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