viernes, 1 de abril de 2016

La empatia





“Me gusta entender cómo ve la gente el mundo, me fascina ver las formas en que la gente piensa las cosas, lo que es importante para ellos, y cómo conciben el mundo”. Son tres los tipos de empatía que existen en el lugar de trabajo o en nuestras relaciones diarias:
La empatía cognitiva es la capacidad de ver el mundo a través de los ojos de los demás, es un interés natural por la realidad de otras personas. Se produce de mente a mente. Nos proporciona una visión de cómo opera el pensamiento de otra persona. Esta forma de sintonizar con otra persona nos da más que la comprensión de su punto de vista, nos dice como es mejor que nos comuniquemos con ella, que es lo que más le importa, que palabras emplear y cuales evitar al hablar con ella. Esto da resultados de muchas maneras. Los líderes con una excelente empatía cognitiva, por ejemplo, obtienen un mejor rendimiento de sus subordinados. Los ejecutivos que la poseen muestran un buen rendimiento cuando se les asigna un puesto en una cultura diferente a la suya; son capaces de distinguir las normas y reglas básicas de otra cultura.
En el caso de la empatía emocional, sentimos lo que la otra persona siente en una conexión cuerpo a cuerpo instantánea. Se trata de sintonizar con los sentimientos de otra persona asimilando sus señales vocales y señales no verbales que nos muestran cómo se sienten a cada instante. Esta variedad de empatía, depende de nuestra sintonización con las señales emocionales de nuestro propio cuerpo, que reflejan automáticamente los sentimientos de la otra persona. Daniel Siegel, psiquiatra de la Universidad de los Ángeles California, denomina las áreas cerebrales que crean esta resonancia el circuito “nosotros”. Entrar en la burbuja “nosotros” con otra persona puede producir química, esa sensación de relación que hace que sea lo que sea lo que estamos haciendo juntos funcione bien (se trate de ventas, una reunión, en clase, o entre miembros de una familia). El doctor Siegel ha escrito incluso sobre cómo conseguir esto con su hijo adolescente.
La tercera variedad es la preocupación empática, entra en acción siempre que alguien muestra interés por otra persona. Este tipo de empatía parte del circuito cerebral responsable del amor parental: es una conexión corazón a corazón. Pero esto no significa que se halle fuera de lugar en el trabajo: la vemos cuando un líder hace saber a su equipo que lo apoyara, que se puede confiar en él, que sus miembros son libres de asumir riesgo en lugar de mantener posturas defensivas y seguras. A nivel escolar, vemos la preocupación empática cuando un profesor crea una atmosfera similar y los alumnos se sienten libres para dejar volar su imaginación. -Golleman and Siegel-

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